La Intercesión de Los Santos en la Biblia

la intercesion de los santos

Muchas personas tienen problemas para encontrar la intercesión de los santos en la Biblia. Se asegura que no hay ningún fundamento bíblico para rezarle a María ni a los santos.

Que el creyente debe ir directamente a Jesús ya que dice la Biblia que él es el único mediador entre los hombre y Dios Padre como dice el siguiente pasaje:

“Porque hay un solo Dios y mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre”. (1 Timoteo 2:5-6)

Sumado a esto tenemos este otro pasaje que parece anular la intercesión de los santos:

“Hijos míos, les escribo esto para que no pequen. Pero si alguno peca, tenemos un abogado ante el Padre: a Jesucristo, el Justo.” (1 Juan 2:1)

Entonces, si Jesus es el único mediador entre Dios y los hombres no necesitamos la intercesión de los santos ¿para que necesitamos de Maria y los Santos que intercedan por nosotros si Jesús es nuestro abogado y único mediador?

Esto parece razon suficientemente y convincente para descartar la intercesión de los santos ¿o no?

Qué significa la intercesión de los santos

Antes de entrar en detalle, vamos a poner las cartas sobre la mesa para ver qué es lo que enseñan estos católicos sobre la intercesión de los santos.

Pues quiero informarte que la intercesión de los santos no es diferente a la práctica de orar unos por otros aceptada por la mayoría dentro del cristianismo.

La controversia versa sobre si los santos en el cielo pueden interceder, si el alma es inmortal y si hay conciencia después de la muerte, y si esto no roba u obstaculiza la unica mediación de Cristo.

La intercesión de los santos simplemente se refiere a la creencia de que los santos (personas que han vivido una vida santa y están en el cielo) pueden interceder ante Dios en favor de las personas que aún están vivas.

Esta no es una creencia exclusiva en el catolicismo ya que también es practicada por los anglicanos y la Iglesia Ortodoxa. Un protestante educado está enterado que la intercesión de los santos no es considerada como una forma de adoración.

La enciclopedia católica subraya un punto fundamental sobre esta doctrina:

“Los fieles en el cielo, en la tierra y en el purgatorio son un cuerpo místico, con Cristo como su cabeza. Todo lo que es de interés para una parte lo es para el resto, y cada uno ayuda a los demás: nosotros en la tierra al honrar e invocar a los santos y al orar por las almas en el purgatorio, y los santos en el cielo al interceder por nosotros”. (Fuente)

La frase: “Todo lo que es de interés para una parte lo es para el resto”, se apoya en el siguiente pasaje:

“Si sufre un miembro [en el cuerpo de Cristo] todos los demás sufren con él. Si un miembro es honrado, todos los demás toman parte en su gozo.” (1 Corintios 12:26)

Al final de este articulo te voy a compartir información sobre donde está la intercesión de los santos en la Biblia, pero ahora quiero responder a las objeciones más comunes de los no-católicos respecto a la intercesión de los santos que circulan en internet.

Los santos no son omniscientes

Crítica: Ni María ni los santos son omniscientes, ellos son seres humanos finitos. Por tanto, si no son omniscientes ellos no pueden escuchar las miles de oraciones que los fieles cristianos dirigimos a ellos pidiendo su ayuda.

intercesión de los santos en la biblia

Respuesta: Hay dos opciones por las que los santos pueden escuchar nuestras oraciones sin ser omniscientes.

  1. Los santos obtienen el conocimiento de nuestras oraciones por participar del conocimiento de Dios.
  2. Maria y los santos no les afecta el tiempo, están fuera del tiempo.

En el libro del Apocalipsis se lee: “Cuando lo tomó, los cuatro Vivientes y los veinticuatro Ancianos se postraron delante del Cordero. Tenía cada uno una cítara y copas de oro llenas de perfumes, que son las oraciones de los santos.” (Apocalipsis 5:8)

Si solo Dios escucha las oraciones “porque es omnisciente” (conoce todo) ¿por qué las Escrituras nos presentan con este escenario donde estos 24 ancianos que son seres humanos están conscientes de las oraciones de los santos?

Otro texto donde se deduce que los santos en el cielo participan del conocimiento divino es este: “Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento.” (Luc 15.3–7).

Si hay regocijo entre los ángeles y santos del cielo por cada pecador que se arrepiente, entonces es lógico concluir que Dios de alguna manera les comunica este conocimiento a los ángeles y a los sanos para que participen todos en el cielo de ese gozo celestial cuando un pecador se convierte.

Alguien puede objetar: ¿O sea que estás diciendo que primero las oraciones llegan a Dios y luego Dios se las da a conocer a los santos para que de nuevo los santos se las hagan saber a Dios? ¿Qué sentido tiene que Dios necesita que los santos se las hagan conocer si Dios ya conoce nuestras oraciones?

Pero el hecho que Dios les haga participes a los santos de su conocimiento de nuestras oraciones para que luego los santos intercedan por nosotros no es contrario a la razón, si lo vemos desde el punto del amor que Dios tiene por nosotros y de la union que existe en el cuerpo mistico de Cristo.

Cuando Dios sabe que nuestra oración va a conseguir nada o poco, entonces Dios permite la intercesión de alguno de sus santos, y pude escuchar esa oracion en atención a los méritos de tal santo.

En el caso de los amigos de Job por ejemplo Dios dijo: “…id donde mi siervo Job, y ofrecer por vosotros un holocausto. Mi siervo Job intercederá por vosotros y, en atención a él, no os castigaré” (Job 42:8).

Tambien el siguiente pasaje en atención o por los méritos de los elegidos, Dios evito muchos males: “Porque habrá entonces una gran tribulación, cual no la hubo desde el principio del mundo hasta el presente ni volverá a haberla. Y si aquellos días no se abreviaran, no se salvaría nadie; pero en atención a los elegidos se abreviarán aquellos días.” (Mateo 24:21–22)

Tambien vemos que Dios estaba dispuesto a no destruir a Sodoma en atención a 10 justos: “Vaya, no se enfade mi Señor, que ya sólo hablaré esta vez: ‘¿Y si se encuentran allí diez?’» Dijo: «Tampoco los destruiría, en atención a los diez.»” (Génesis 18:32)

Por tanto, pedimos la intercesión de los santos no para que Dios conozca nuestras oraciones a través de ellos, y haya un intercambio de información, sino para que por sus, suplicas, oraciones, ruegos y méritos nuestras oraciones sean mejor escuchadas.

Los santos no pueden escuchar lo secreto del corazón

Crítica: Dice la Escritura: “Escucha tú en el cielo, lugar de tu morada, perdona e intervén, dando a cada uno según su conducta, tú que conoces su corazón, — tú el único que conoce el corazón de los hijos de los hombres”. (2 Crónicas 6:30) Este pasaje dice que solo Dios conoce el corazón de los hijos de los hombres ¿Cómo es posible que María y los santos puedan escuchar las oraciones que se hacen en el silencio del corazón?

Aqui hay que distinguir entre cómo es que Dios conoce los pensamientos de los hombres y cómo es que los santos en el cielo conocen los pensamientos de los hombres.

Sólo Dios conoce “por Sí mismo” en virtud de ser Dios y los santos conocen por participación al estar unidos a Dios.

Esto no es distinto al siguiente pasaje que Dios que solo Dios tiene inmortalidad: “el único que posee inmortalidad, que habita en una luz inaccesible.” (1 Timoteo 6:16) Solo Dios tiene inmortalidad en Si mismo, pero nos hace participes de su inmortalidad.

Santo Tomás escribe: “A los bienaventurados se les manifiesta en el Verbo lo que les conviene conocer de nuestras cosas. Incluso de cuanto se refiere a los movimientos internos del corazón.” 1Suma teológica II- Iiae, 83, art. 4, ad 2

En Apocalipsis 7.13–17 uno de los ancianos tiene pleno conocimiento del culto que la gran muchedumbre y de su porvenir (Apo 7.15–17).

Rezar es adorar, por tanto, rezar a un santo es idolatría

Crítica: Una de las formas de adorar a Dios es por medio de la oración, y adorar a alguien que no sea Dios va totalmente en contra de las enseñanzas de la Biblia (Jn 4:23, 24; Apo 19:9,10) por lo tanto se debe orar solo a Dios.

Aunque una de las formas principales para adorar a Dios es a través de la oración, sin embargo, la oración no se restringe solo a adorar a Dios.

Santo Tomás dice que “la oración puede ser dirigida a alguien de dos maneras: la primera, como para que él personalmente conceda lo que se pide; la segunda, para que por la mediación de otro solicitar algo de él.” 2Suma Teológica, II-IIae. 83, 4.

La oración que dirigimos a los santos tiene que ver con el segundo modo, es decir: solicitando algo por la mediación de otro. Esto implica un acto de confianza, no un acto de adoración.

La teología protestante ha modificado el significado de la palabra “orar”, esta palabra se ha convertido en sinónimo de adoración para muchos protestantes, pero ese no era el uso original del término.” “Orar” significaba originalmente simplemente “pedir”.

Si lees el Catecismo (u otros documentos católicos oficiales), por lo general no encontrará frases como “orar a los santos” o expresiones similares. Lo que la Iglesia usa normalmente en su lugar es la frase “intercesión de los santos” (cf. CIC 956, 1434), que expresa con mayor precisión lo que los católicos piden cuando “rezan a los santos.” 3 Jimmy Akin, A Daily Defense Dia 268

¿Porque no orar directo a Dios?

Crítica: “Se lee en Mat 7.7–11: “Pidan y se les dará; busquen y hallarán; llamen y se les abrirá. Porque todo el que pide recibe; el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.” Luego no hace falta pedir a otro a favor nuestro cuando podemos ir personalmente a Dios.

Como ya vimos en la respuesta anterior, las dos formas de dirigir la oración no son mutuo-excluyentes.

Es decir, podemos pedir directo a Dios, y también pedirle a otro para que ruegue a Dios por nosotros: (1 Tim 2.1–2; Ef 6.18–20; Stg 5.14–20; Rom 15.30).

Santo Tomás de nuevo nos ofrece un hermoso razonamiento para pedir los unos por los otros: “debemos pedir en la oración lo que debemos desear, pero debemos desear bienes no solo para nosotros, sino también para los demás, pues esto pertenece a la esencia misma del amor al prójimo.” 4Suma Teológica, II-IIae4

Pero como los santos en el cielo continúan amando al prójimo, (1 Corintios 12:21) y puesto que el amor debido al prójimo demanda que pidamos por ellos (Stg 5:16). Luego los santos en el cielo continúan orando por nosotros.

la intercesión de los Santos
Crítica: “En Lucas 11:2 Jesús enseña a orar diciendo: “Cuando oren, digan: ‘Padre, santificado sea tu nombre’. Esto indica que cuando oremos, hemos de dirigirnos sólo a Dios Padre”.

Dice que cuando oren digan: ‘Padre, santificado sea tu nombre’ mas no dice que debemos orarle solo al Padre. Son dos cosas distintas.

Escribe San Cipriano: “La razón por la que no decimos Padre mío, sino nuestro, y dame, sino danos, es porque el maestro de la unidad no quiso que las súplicas se hiciesen con carácter privado, o sea, que cada cual pidiese solamente para sí. Quiso, más bien, que orase uno por todos, lo mismo que El siendo uno, a todos nos llevó en sí.” 5Ibidem, II-Iiae, 83, 7

Dios escucha a todos por igual

Crítica: “Dios no responde las oraciones basándose en quién es quién ora. Es decir, no importa que sea María o algún santo, Dios atiende a todos por igual, pues Dios no hace acepción de personas (Hech 10:34).”

Dios no hace acepción de personas en cuanto a impartir su justicia, respecto a atender la oración Dios si hace acepción de quien ora.

Escribe San Juan: Sabemos que Dios no oye a los pecadores, pero al que es piadoso y hace su voluntad, a ése le oye. (Jn 9:31).

Y Santiago también dice: “La oración ferviente del justo tiene mucho poder.” (Stg 5:16) Luego, si la oración del justo tiene mucho poder, las oraciones de quien no es justo o menos justo tienen menos poder.

San Pedro por eso escribe: “Pues los ojos del Señor miran a los justos y sus oídos escuchan su oración, pero el rostro del Señor contra los que obran el mal.” (1 Pedro 3:12)

Ojo: que con esto no digo que Dios no escucha al pecador como dice San Agustín: “Si Dios no escuchara a los pecadores, en vano habría dicho el publicano: “Dios, ten misericordia de mí, pecador” 6Tratado sobre Juan 44.

Basta estar de acuerdo con su voluntad

Crítica: “Dios contesta todas las oraciones, basta que en que lo que se pida vaya de acuerdo a Su voluntad, pues según se lee: “Esta es la confianza plena que tenemos en él: que si le pedimos algo según su voluntad, nos escucha” (1 Jn 5:14).

Pero por lo general no todos pedimos de acuerdo a la voluntad divina, como dice en (Santiago 4:3). Por eso el hecho que a todos escuche, no es el hecho que a todos atienda de la misma manera.

Santo Tomás por eso dice: “Sin la gracia santificante no es meritoria la oración, lo mismo que no lo es ningún otro acto virtuoso.” 7Suma Teológica, II-IIae. 83,15

Hay muchas cosas que está dentro de la voluntad de Dios conocer: trabajo, salud, placer y hasta cierta riqueza. Pero muchas veces nosotros no estamos en la condición de merecerlas.

Para qué pedir a un muerto

Crítica: “Un cristiano aquí en la tierra puede pedir a otro que ore a Dios a favor de él, pero eso es muy distinto de orar a alguien que supuestamente está en el cielo para que le transmita a Dios nuestra petición”.

la intercesión de los sanos en la biblia

No existe ninguna diferencia entre pedir a un compañero cristiano que ore por nosotros ante Dios, y pedirle a un santo en el cielo que ore por nosotros, la dinámica es la misma como notamos al principio.

Orar no se trata de “darle a Dios más información”, ni tratar de que cambie de parecer. Orar más bien es una forma de entrar en comunión con Dios, esto incluye la intercesión de los santos u orar unos por otros.

Santo Tomás lo pone de la siguiente manera:

“No es necesario que dirijamos a Dios nuestras preces para darle a conocer nuestras indigencias y deseos, sino para que nosotros mismos nos convenzamos de que en tales casos hay que recurrir al auxilio divino.” 8II-Iiae, 83, 2

Claro que existe una distinción en cuanto a que los cristianos aquí en la tierra no están plenamente unidos a Dios en el cielo, y en consecuencia su oración es menos efectiva, pero la idea de la intercesión de los santos (pedir a alguien que intercede por ti ante Dios) es idéntica en este sentido a pedirle a alguien que ore por ti aquí en la tierra.

Se ofende Dios si pedimos a otro

Crítica: “Si oramos a alguien que no sea Dios, sin importar que se trate de un ángel o un santo, él se sentirá ofendido, pues se dice en (Éx 20.5). “…yo Yahvé, tu Dios, soy un Dios celoso”.

“Se ofendería a Dios” es solo una opinion personal si al orar a algún santo se le orara como acto de adoración. Pero a los santos no les pedimos en ese sentido, sabemos que eso sería idolatría.

De nuevo: con la intercesión de los santos oramos a los santos para que ellos oren por nosotros. Si yo me dirigiera a un santo, o a la imagen de un santo, creyendo que es Dios, entonces si estuviese pecando con idolatría. Pero esto no es lo que enseña la Iglesia ni practicamos los católicos.

Crítica. El libro de Apocalipsis dice que cuando el apóstol Juan cayó a los pies de un ángel para adorarlo, este lo reprendió diciéndole: “No hagas eso, que yo soy un simple compañero de servicio tuyo y de tus hermanos, esos que se mantienen como fieles testigos de Jesús. Solo a Dios debes adorar” (Revelación 19:10)

Esto confirma lo que dicho más arriba. “Juan cayó a los pies de un ángel para adorarlo” y por eso no le fue permitido; porque un ángel no se debe adorar.

Sin embargo, no hay ningún problema postrarse o inclinarse ante un ángel cuando se hace de forma reverente: “Respondió: «No, sino que soy el jefe del ejército de Yahvé. Acabo de llegar.» Cayó Josué rostro en tierra, lo adoró y dijo: «¿Qué dice mi Señor a su siervo?»” (Josué 5.14)

Obviamente Josue no adoro a San Miguel literalmente, sino que le rindió un tributo de veneración, inclinándose hasta la tierra. Esto prueba también que no es antibíblico inclinase ante un santo, y que inclinarse o postrarse no es sinónimo de idolatría.

Orar a Jesus y a nadie mas

Objeción. “En el Evangelio de Juan, Jesús dijo: “Nadie viene al Padre sino por mí” (Juan 14:6). Y también: “Lo que pidan al Padre en mi nombre él se lo concederá” (Juan 15:16). Jesús no dijo que debíamos orarle a él y que él hablaría a Dios por nosotros. A fin de que nuestras oraciones sean escuchadas, tenemos que ofrecerlas a Dios y hacerlo en el nombre de Jesús y de nadie más.”

Jesús no dijo que debíamos orarle a él y que él hablaría a Dios por nosotros, pero tampoco dijo que nadie podría interceder a favor nuestro en el cielo.

Cuando Jesús dice: “Nadie va al Padre sino por mí” no estaba hablado de oraciones o como orar a Dios, sino que él es el puente expiatorio del pecado que une el hombre con Dios.

El contexto habla de “conocer” no de “como orar” “Si me conocen a mí, conocerán también a mi Padre; desde ahora lo conocen y lo han visto.»” (Juan 14:7)

Si cualquiera puede pedir algo al Padre en el nombre de Cristo (Juan 15:16) entonces puede pedir a favor de otro en el nombre de Cristo. Si cualquiera puede “pedir algo” ¿porque no puede pedir en favor de otro? ¿Si cualquiera puede pedir en nombre de Jesús ¿Por qué María y los santos en el cielo no?

Se debe dirigir solo a Dios

Crítica: En cierta ocasión, los discípulos le pidieron a Jesús que les enseñara a orar, y él respondió: “Cuando oren, digan: ‘Padre, santificado sea tu nombre’ (Lucas 11:2). De modo que cuando oremos, cada vez que lo hagamos, hemos de dirigirnos a Dios, no a Jesús ni a nadie más.

Jesús no dijo que solo hay que orar al Padre, sino que el Padre es el primero que debe ser atendido en nuestra devoción. Orar por otros y a favor de otros está incluida en el Padre Nuestro. Pero San Cipriano dice:

“No decimos Padre mío, sino Padre nuestro, ni decimos dame, sino danos; y esto porque el Maestro de la Unidad no deseaba que la oración se hiciera en privado, a saber, que cada uno debe orar solo por sí mismo; porque Él deseaba que uno orara por todos, ya que Él en Su única Persona nos había llevado a todos.” 9 Santo Tomás de Aquino. Sobre la oración y la vida contemplativa (p. 34). Edición de Kindle.

Como dice Santo Tomás. “Debemos desear el bien no solo para nosotros, sino también para los demás, porque esto pertenece a la caridad que debemos ejercer hacia el prójimo. Por eso la caridad exige que recemos por los demás.” [ibídem] Ergo: los santos siguen ejercitando la caridad en el cielo, luego los santos siguen orando por nosotros.

Además, es lógico que Jesús no mencionara la intercesión de los santos, pues hasta este momento no había santos en el cielo a quien pedir su intercesión.

También hay que distinguir el hecho de que quienes le piden a Jesús a orar son judíos del primer siglo, por tanto, tiene que dirigirlos a orar primero al Padre. Es decir, sería contraproducente si Jesús les dice que oren a los santos en el cielo, si apenas se están asentando ciertos principios teológicos en la Iglesia en cuanto a la divinidad.

Dios no designo a otros para que nos escuchen

Crítica: “Dios asigna a otros la labor de escuchar nuestras oraciones.”

Respuesta. Dios no asigna a otros la labor de escuchar las oraciones, pero nos hace partícipes de las necesidades de unos y otros. Por tanto, la labor de escuchar las oraciones de otros no es cosa de “asignar”, es cosa de “participar”.

Puesto que todos los santos participan en un solo Cuerpo, todos participan orando unos por otros y ayudando unos a otros en el crecimiento del cuerpo y en la salvación de todos. “crezcamos en todo hasta Aquel que es la Cabeza, Cristo, de quien todo el Cuerpo recibe trabazón y cohesión por medio de toda clase de junturas que llevan la nutrición según la actividad propia de cada una de las partes”. (Efe 4:15-16)

Dios quiere que le oremos a él directamente

Crítica: Dios quiere que le oremos a él directamente, aunque nos sintamos profundamente agobiados por los errores que cometemos. “Arroja tu carga sobre Jehová mismo, y él mismo te sustentará” (Salmo 55:22). En lugar de orar a los santos o a otros intercesores, debemos esforzarnos por tener una estrecha relación con Dios, ya que así nos sentiremos con la libertad de dirigirnos a él.

La intercesión de los santos no es cosa que está en competencia lo uno con lo otro. No es que debemos escoger entre orar a Dios o a los santos. Oramos a Dios de un modo y a los santos de otro.

Los cristianos católicos no tenemos ningún problema en confiarle a Dios nuestros problemas (Salmo 55:23) pero hacemos a nuestros hermanos los santos partícipes de nuestros problemas para que se unan a nuestra oración, pues la oración de muchos es más efectiva:

“Les suplico, hermanos, por nuestro Señor Jesucristo y por el amor del Espíritu Santo, que luchen juntamente conmigo en sus oraciones rogando a Dios por mí, para que me vea libre de los incrédulos de Judea, y el socorro que llevo a Jerusalén.” (Romanos 15:30–32)

Jesús es el único mediador

Con el fin de negar la intercesión de los santos los protestantes formulan la siguiente objeción:

Crítica: Si Jesucristo es el único mediador entre Dios y los hombres (1 Timoteo 2:5-6) ¿Quién puede llenar o suplir esa función?

Un mediador es aquel que es capaz de reconciliar dos partes en conflicto. Jesucristo es el único capaz de reconciliarnos con el Padre en cuando a que el fue quien nos redimió. Por tanto, Jesus es el único Mediador de redención, pero no es el único que puede interceder por nosotros por medio de la suplica y la oración.

Por eso la mediación de Cristo en el cielo es de orden sacerdotal (Hebreos 9:11–12).

Sin embargo, hay otro tipo de mediación, la mediación subordinada.

“Y todo proviene de Dios, que nos reconcilió consigo por Cristo y nos confió el ministerio de la reconciliación. Somos, pues, embajadores de Cristo, como si Dios exhortara por medio de nosotros.” (2 Corintios 5:18–20).

Por tanto, Cristo no es una especie de “mediador de oraciones” entre los hombres y el Padre, una especie de taxista celeste. “Aquel día ustedes pedirán en mi Nombre; y no será necesario que yo ruegue al Padre por ustedes” (Jn 16:26).

Por lo mismo ahí mismo donde se hace referencia a que Cristo es el único mediador San Pablo escribe:

“Ante todo recomiendo que se hagan plegarias, oraciones, súplicas y acciones de gracias por todos los hombres; por los reyes y por todos los constituidos en autoridad, para que podamos vivir una vida tranquila y apacible con toda piedad y dignidad. Esto es bueno y agradable a Dios, nuestro Salvador,” (1 Timoteo 2:1–3)

Entonces para resolver la pregunta: Cristo es el único Mediador de redención en cuanto a lo que compete reconciliarnos con Dios, Jesús no es el único mediador en lo que compete a cada uno ser medios de salvación para otros. (Hch 7:60; 12:5; Rom 10:1; 12:14; 2 Co 9:14; Flp 1:3–4; 2:4; Col 1:3; 4:3–4; 1 Tes 5:25; 2 Tes 1:11).

Citas sobre la intercesión de los santos

Por último, te comparto algunas citas bíblicas donde creo que apoyan la doctrina de la intersección de los santos.

“Si colaboran también ustedes con la oración en favor nuestro, para que la gracia obtenida por intervención de muchos sea por muchos agradecida en nuestro nombre.” (2 Corintios 1.11)

“Ante todo recomiendo que se hagan plegarias, oraciones, súplicas y acciones de gracias por todos los hombres; por los reyes y por todos los constituidos en autoridad, para que podamos vivir una vida tranquila y apacible con toda piedad y dignidad.” (1 Timoteo 2.1–2)

“Hermanos, el anhelo de mi corazón y mi oración a Dios en favor de ellos es para que se salven.” (Romanos 10.1)

“Cuando lo tomó, los cuatro Vivientes y los veinticuatro Ancianos se postraron delante del Cordero. Tenía cada uno una cítara y copas de oro llenas de perfumes, que son las oraciones de los santos.” (Apocalipsis 5.8)

“Otro ángel vino y se puso junto al altar con un incensario de oro. Se le dieron muchos perfumes para que, con las oraciones de todos los santos, los ofreciera sobre el altar de oro colocado delante del trono.” (Apocalipsis 8.3).

En conclusión

La intercesión de los santos, la intercesión de María está muy bien fundamentada en la Escritura. Los hermanos separados por desgracia no cuentan con la ayuda de Maria y los santos por una mala interpretación de la Escritura y un perjuicio sin fundamento alguno.

Pero tenemos que ayudar a nuestros hermanos separados para que encuentren la intercesión de los santos en la Biblia. Esto lo hacemos probando primero la doctrina de la comunión de los santos.

Los santos pueden interceder por nosotros como parte de esa comunión entre Dios y sus santos. Los santos tienen el privilegio de orar por nosotros y de interceder por nosotros ante Dios.

A través de los textos bíblicos identificados en esta publicación podemos ver cómo se manifiesta con claridad la intercesión de los santos para ayudarnos.

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