¿Qué Tan Peligroso Es el Culto a La Santa Muerte?

imágenes de la santa muerte

¿Quién es la Santa Muerte?

Si eres devoto a la Santa Muerte, si crees que no tiene nada de malo tener imágenes de la Santa Muerte o venerar a la huesuda, o si simplemente quieres saber más este culto por favor continua leyendo.

El culto a la Santa Muerte ha ido creciendo mucho en los últimos años en México y se ha extendido a varios países del mundo. Sus devotos le llaman la niña blanca” o “ la flaquita”. Es una figura esquelética que se le atribuyen poderes sobrenaturales.

Las Imágenes de la Santa Muerte

¿Darias honra a la imagen de un ser que no existe? ¡Por supuesto que no! Pues si no lo sabias o si te engañaron, la Santa Muerte no existe.

La Santa Muerte es solo es un ser mitológico al que se le pretende atribuir poderes que solo Dios tiene. Pero sus devotos no se van a convencer tan fácilmente a abandonar este culto.

Los que promueven el culto a la santa muerte van a decir que lo que digo es mentira. Que la flaquita ha concedido infinidad de favores a sus devotos.

¿Dios no creó la Muerte?

“No persigan la muerte con su vida perdida ni se busquen la ruina con las obras de sus manos; porque Dios no hizo la muerte ni se alegra con la destrucción de los vivientes.” Sabiduría 1:12-13.

¿Si Dios no creó la muerte entonces quién la creó? Los defensores de la Santa Muerte perjuran y aseguran que Dios creó la santa muerte —porque desde que nacemos empezamos a morir. ¡Pero válgame qué razonamiento tan atrevido!

¿Y cómo lo podrán comprobar tal supuesto? ¿Cómo hace que el hecho de que al nacer (porque morimos) exista la Santa Muerte? ¡Pues nada! Porque una cosa es la muerte natural y otra un ser como la Santa Muerte. Usted tiene que mostrar de dónde viene la Santa Muerte o ¿quien la creo?

Si usted me dice que la Santa Muerte la creo Dios tiene que mostrarme cómo y dónde. La santa palabra de Dios nos dice con lujo de detalle que la muerte entró al mundo por el pecado (Lea: Romanos 5.12).

Los defensores de la Santa Muerte no logran pues distinguir entre crear y permitir.

Dios tolera o permite la muerte por algún motivo divino, pero no crea la muerte como crear a un ser humano o un animal.

Si mi amigo o amiga: Si la muerte no forma parte del plan de Dios, tampoco forma parte de los que son de Dios, así de directo y sencillo. La muerte no es la que nos lleva al cielo como te han dicho.

¿Porque? Pues porque en el cielo no existe la muerte solo la vida. “Jesús le respondió: «Yo soy la resurrección. El que cree en mí, aunque muera, vivirá; y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás. ¿Crees esto?»” (Juan 11.25–26).

Por eso, aunque existiera un ser como la Santa Muerte no podría entrar en el cielo. ¿Porque? Porque en el cielo no puede entrar nada profano. “Nada profano entrará en ella, ni los que cometen abominación y mentira, sino solamente los inscritos en el libro de la vida del Cordero.” (Apocalipsis 21.27). ¿La Santa Muerte está escrita en el libro del Cordero? ¡No! Entonces es mentira que te lleva con Dios al morir.

Este culto es contrario a la Biblia.

La Biblia habla solamente de dos clases de muerte la físico-biológica y la espiritual. ¿Y qué es la muerte física según Dios? La muerte física es la separación del alma del cuerpo, y es un destino que afecta a todos los seres humanos, plantas y animales. Si tiene tiempo comprueba por ti mismo y lee: Sal 89.49; 90:3; Siracides 8:7; Hebreos 9: 27.

Como bien dijimos más arriba: la muerte física y espiritual es consecuencia del primer pecado, y del pecado mortal.

“Mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás, porque el día que comieres de él, morirás sin remedio.” (Génesis 2.17)

“El aguijón de la muerte es el pecado” (1 Cor 15.56).

“Pues el salario del pecado es la muerte; pero el don de Dios, la vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.” (Romanos 6.23)

Jesús venció a la muerte no al revés.

Los adoradores de la Santa Muerte dicen que lo único que venció a Jesucristo fue la muerte. La verdad es que fue al revés Jesucristo venció a la muerte con su Resurrección. No solo eso: le quitó su aguijón o su poder sobre el hombre.

“Dónde está, oh muerte, tu victoria? ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón?” (1 Cor 15.55–56).

“Cristo Jesús te liberó de la ley del pecado y de la muerte”. (Rom 8.2).

“Satanás, el seductor del mundo entero” (Ap 12,9), es aquél por medio del cual el pecado y la muerte entraron en el mundo”. Catecismo Católico n. 2852

¿Honrar a la muerte o librarse de ella?

A los devotos de la Santa Muerte no les importa que les digan brujos o ignorantes. No les importa que digan que la Santa Muerte es el mismo demonio. A estas almas hay que sacarlas del error y de la anestesia espiritual no solo con la fuerza de la verdad sino ayudados del poder la oración.

Si la persona todavía tiene un poco de respeto a la Escritura, debemos mostrarle que Jesús le dio a la muerte su verdadero sentido. La muerte cristiana tiene un sentido positivo. “Para mí, la vida es Cristo y morir una ganancia”. (Flp 1:21). (Ver también: Jn 5:24-26; 1 Jn 3:14; 2 Tim 2:11).

Pero la muerte no es considerada como alguien sino como algo. Es decir, un suceso temporal y de transición: vida-muerte-muerte-vida, eso es lo que vemos en todo el universo. Un cristiano ve la muerte como algo de que hay que liberarse, no como un ente o ser que te trae la buena suerte.

Para el cristiano si no se elimina el pecado oportunamente en este vida, después de muerto acarrea la ruptura definitiva con Dios. Esto se llamada segunda muerte. Ap 2:11; Apo 20:6; 20:14; 21:8.

Vemos pues que la muerte en la Biblia es sinónimo de separación, pecado, maldición, reprobación, aniquilamiento, sufrimiento, dolor. En consecuencia para un cristiano la muerte no es santa, es un enemigo, una maldición del pecado. (1 Cor 15.26–27).

Las oraciones a la santa muerte.

Yo sé que muchos dirán que las oraciones a la santa muerte si funciona. “No si deveras, se lo aseguro.” “Yo le pedí a la niña que me regresara mi marido y mire que a la semana regreso.” Si es cierto, yo también le pedí por mi hijo enfermo y a los tres días se curo, a pesar de que fui con muchos médicos y nunca pudieron curarle.”

¿Oiga pero que le garantiza a usted que quien la curó fue algo bueno? ¿Quién le garantiza que mañana no haya algún tipo de repercusión sobre usted y su familia? El diablo es más listo o astuto que usted y yo juntos y puede curar una enfermedad con tal de que usted siga pidiendo a la Santa Muerte en vez de Dios. El diablo puede conceder un bien parcial para acarreará un mal mayor.

Condenado por la Iglesia.

En diversas instancias obispos y sacerdotes se han pronunciado en contra de este culto, y lo han considerado una amenaza para la fe. Exorcistas y especialistas en materia lo asocian directamente con el satanismo y la brujería.

Sus devotos sin embargo dicen que no es satánica ni tiene nada de malo realizar oraciones a la santa muerte. “Mi Santa muerte no es diabólica, ni mucho menos satánica, o los sobrenombres que le da la gente que no la conoce. Mi santísima muerte es puro amor, mi reina, mi madre, mi todo en esta vida”.

Por desgracia, los que practican la hechicería y el esoterismo si no se arrepienten a tiempo están destinados sin remedio a sufrir las consecuencias eternamente de su pecado. (Apo 21:8).

No hay similitud con el culto a la Virgen.

Dicen que cuando Dios erige un templo el diablo levanta una capilla. Si bien la Virgen de Guadalupe es quizás la imagen católica mexicana más icónica La Santa Muerte se está convirtiendo rápidamente en una alternativa. Hay una guerra entre la Virgen Maria y la Santa Muerte en México.

¡Claro que hay una batalla por México! y esta quedó representada en la misma bandera mexicana. El Águila es Maria, y la serpiente es Satanás ¿quien ganara? En su aparición en Fátima el 13 de Julio de 1917 dijo. “De pronto el horizonte se presenta sombrío….y después surge un rayo brillante de luz y de esperanza: “Al final, mi Inmaculado Corazón triunfará.” “Triunfar” significa ganar una batalla.

No hay pues ninguna compatibilidad entre la guadalupana y la Santa Muerte. Cuando la Virgen de Guadalupe se le apareció a Juan Diego le habló del verdadero Dios. La Virgen reconoció la autoridad del obispo y por eso mandó a Juan Diego con él.

Los devotos de la Santa muerte por el contrarios no reconocen la autoridad de la Iglesia ni se someten a sus leyes. En el culto a la Santa Muerte Cristo es venció por la Muerte, en la Iglesia la Virgen está sometida a Cristo: “hagan lo que él les dice” Jn 2.5.

Tiene precedentes poco claros.

Aunque la santa muerte es venerada en el día de los muertos, al parecer es un fenómeno distinto que salen de una tradición distinta. Probablemente tiene influencias de prácticas tales como el vudú de Haití, la santería cubana, brasileña o Palo Mayombe.

Los líderes de esta secta y sus adeptos más fieles niegan a capa y espada cualquier sincretismo con la santería o el satanismo.

Lo que sí es cierto es que el culto a la Santa Muerte está ganando más adeptos que cualquier otra religión del mundo. “Ha logrado tener entre 10 y 12 millones de devotos en sus 12 años de existencia pública”, asegura Andrew Chesnut, autor de Devoted to Death, primer libro que se publica en inglés sobre este culto. Fuente.

Con tanta maldad en el mundo no es de extrañar que también florezcan cultos extraños disfrazados con un barniz cristiano. “Surgirán muchos falsos profetas, que engañarán a muchos. Y al crecer cada vez más la iniquidad, la caridad de muchos se enfriará.” (Mt 24.11–13).

El Diablo Existe.

No hace falta leer toda la Biblia para enterarse de que el demonio es real y que su poder de engaño y malicia sin límites. Basta leer los tres primeros capítulos del Génesis y los tres últimos capítulos del Apocalipsis. Por eso cada día crece el grupo de personas que niegan la existencia de satanás y el dominio que ejerce sobre nuestra cultura. Una de las razones es que el mundo moderno ha suavizado el poder y la figura del diablo.

Aquel ser poderoso y temible ha sido despojado de su poder y dominio sobre nuestra conciencia y sociedad. Ha sido relegado a un estado de carácter secundario y mitológico. Era de esperarse ¿qué más podríamos esperara del padre de la mentira y la simulación?

“¿Qué me va a ser la Santa Muerte? Nada, porque es mi amiga, mi compañera y confidente”. Dicen los seguidores de la Santa Muerte. ¡Pero cuidado! Hay cosas malas que parecen buenas y cosas buenas que parecen malas. Si no estamos capacitados e informados no podremos distinguir las diferencias.

Te informo que el golpe maestro de Satanás, ha sido inducir a las personas a negar su existencia. Esta mentira la ha logrado inculcar hombre con gran éxito. “Y si todavía nuestro Evangelio está velado, lo está para los que se pierden, para los incrédulos, cuyo entendimiento cegó el dios de este mundo para impedir que vean el resplandor del glorioso Evangelio de Cristo”. (2 Cor 4.3–4).

Por tanto, podemos asegurar que aquellos que nieguen la personalidad de Satanás, y su gran poder para engañar a las personas, tarde o temprano serán sus cautivos.

“Si un ejército no cree en la existencia de un enemigo, no se mantendrá guardia, y será fácilmente sorprendido y vencido”. —The Warfare of the Soul Practical Studies in the Life of Temptation, Hughson, Shirley C. (p. 13).

Con razón se dice que “el diablo está en el detalle”. Esto quiere decir que en lo que a primera vista parece insignificante, existe un elemento misterioso oculto, que si se tomará más tiempo en examinarlo salida la verdad a la superficie, y se descubre el verdadero peligro.

La moraleja de la Caperucita Roja.

La historieta de la Caperucita Roja nos sirve para ilustrar el engaño del culo a la Santa Muerte. La Caperucita Roja se acercó a la cama de su abuela, y veía la abuela un poco rara. En realidad era el lobo feroz que se había comido a la abuela, y se puso sus ropas para engañar a la inocente Caperucita.

  • —Abuelita, abuelita ¡pero qué brazos tan grandes tienes!
  • —Para abrazarte mejor hija.
  • —¡Abuelita, abuelita! ¡qué orejas tan grandes tienes!
  • —Para escucharte mejor corazón.
  • —¡Abuelita, abuelita! ¡qué ojos tan grandes tienes!
  • —Para verte mejor mi niña.
  • —¡Pero abuelita! ¡qué dientes tan grandes tienes!
  • —¡PARA COMERTE MEJOR…!

La moraleja es que los niños nunca deben hablar con extraños, aunque parezcan encantadores y sin malas intenciones. De la misma forma hoy día el diablo utiliza muchos disfraces. Algunos son más discretos y otros más descarados. Nueva Era, Santa Muerte, idolatría, materialismo, etc.

Conclusión.

Sólo Dios conoce el momento de nuestra muerte y nadie mas: Job 14:5; Sira 17:1-2; Luc 12:20; 12:40; Apo 3:3.

Dios puede liberarnos de esta muerte, pero manteniéndola alejada de nosotros: Salmo 13:4; 49:15-16; Salmo 116,3.

Debemos vencerla mediante la gracia, y no por el pecado. Isa 25:8; Ez 37:1-14; Salmo 16:10-11; 49:16; Dan 12:2-3.

¿Para qué poner nuestra fe en la Santa Muerte si cuando logra conceder algo se cobra doble los intereses? “La enfermedad del ignorante es ignorar su propia ignorancia”. Decía Amos Bronson Alcott, Filósofo y profesor estadounidense. Recordemos lo que nos dice el Apóstol Pablo:

“Y yo no quiero que ustedes entren en comunión con los demonios. No pueden beber de la copa del Señor y de la copa de los demonios. No pueden participar de la mesa del Señor y de la mesa de los demonios. ¿O es qué queremos provocar los celos del Señor?” (1 Cor 10.20–22).

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