¿Qué Es El Purgatorio? ¿es Bíblico? Descubre su Origen Real

En este articulo descubrirás que es el Purgatorio, donde está el Purgatorio en la Biblia, que significa el Purgatorio, cuánto dura, y cuál es su origen.

Cabe señalar que el Purgatorio está estrechamente relacionado con la oración a los muertos, la intercesión de los santos y el alma inmortal.

Significado del Purgatorio ¿Qué es el Purgatorio?

El Purgatorio es un “estado intermedio” en el que las almas que han muerto en gracia de Dios, y que no están en estado de pecado mortal, pueden purificarse antes de acceder al Cielo.

En este estado o lugar las almas sufren temporalmente para expiar sus faltas y efectos del pecado y así ser purificadas antes de entrar al cielo.

Esta es la definición que ofrece el catecismo católico:

“La Iglesia llama Purgatorio a esta purificación final de los elegidos que es completamente distinta del castigo de los condenados.” (Catecismo de la Iglesia Católica 1031†).

Es importante resaltar que para estar en el Purgatorio no necesariamente se tiene que morir, es decir, el Purgatorio se puede pasar mientras se vive.

Por eso en la teología católica, el Purgatorio se puede describir como una “condición” “estado” o “proceso” del alma en el itinerario de la santidad, pero también uno no se equivoca al decir que el Purgatorio es un “lugar” en el Más Allá.

¿Dónde se encuentra el Purgatorio?

Si el Purgatorio es un estado intermedio o un proceso en la santificación personal en el camino espiritual, entonces ¿dónde se encuentra el Purgatorio?

Como ya explicamos, el Purgatorio está aquí, se puede pasar por el Purgatorio mientras se vive, y es lo más recomendable según los místicos católicos, que experimentar los dolores del Purgatorio después de la Muerte.

En esta ilustración se puede resumir la enseñanza católica sobre el Purgatorio después de la muerte:

Escribe John Salza:

“Durante siglos se ha especulado que el purgatorio está en el interior de la tierra, en el mismo o similar lugar que el infierno de los condenados. Esta fue la posición que ocuparon Agustín y Tomás de Aquino. Cuando Cristo estaba en el “corazón de la tierra”, (Mat 12:40). Estos justos habrían incluido también a los del purgatorio. Si es así, esto significa que el purgatorio está en el “corazón de la tierra” donde Jesús descendió después de su muerte”. ¹The Biblical Basis for Purgatory. TAN Books, 1 Apr. 2009, pág. 18.

Pero cabe señalar que esto que dice John Salza es solo una especulación teológica, porque el Purgatorio no es un lugar físico.

Donde está el Purgatorio en la Biblia

Ahora abordemos este tema acerca de donde está el Purgatorio en la Biblia.

Primero, he de notar que muchas personas concluyen que como la palabra “Purgatorio” no está en la Biblia, concluyen que la doctrina del Purgatorio tampoco está en la Biblia.

Sin embargo, aunque la Biblia no menciona la palabra “Purgatorio”, si menciona palabras similares: purificar, purgar, depurar, limpiar, acrisolar, etc. (Jn 11:55; Isaías 1.16; Lev 12:6–8; Num 19:17–21; 31:23 Luc 2:22).

Por lo tanto, en vez de rechazar la doctrina del Purgatorio (porque la palabra no aparece en la Biblia) más bien hay que hacer esta pregunta: ¿Refleja la Biblia lo que la Iglesia Católica enseña y entiende por “Purgatorio”?

Si estas listo/a, ahora analicemos algunas citas bíblicas que muestran que el Purgatorio existe.

• “¿Quién subirá al monte de Yahvé? ¿quién podrá estar en su santo recinto? El de manos limpias y puro corazón, el que no suspira por los ídolos ni jura con engaño.” (Salmo 24.3–4)

Comentario: Este pasaje nos dice que, para estar cerca de Dios, hay que estar con las manos limpias y el corazón puro. Este pasaje es similar con Apo 21:27 donde dice que nada impuro entrara en el cielo.

Por tanto, la implicación aquí es que, si no eres puro o no estas completamente puro o “purificado” no puedes entrar en el recinto santo donde reside Dios.

Te comento que esta idea de purificarse entes de entrar a un lugar sagrado se encuentra bastante bien documentada desde los primeros libros del Antiguo Testamento como (Éxo 19:10–11) entre otros.

• “Jerusalén celestial, y a miríadas de ángeles, reunión solemne, y a la asamblea de los primogénitos inscritos en los cielos, y a Dios, juez universal, y a los espíritus de los justos llegados ya a su perfección (Heb 12:22–23).

Comentario: Este pasaje nos muestra que los espíritus o almas de los justos son llevados a la perfección por la gracia de Dios. Pues esto es básicamente la doctrina del Purgatorio.

Recuerda que, según enseña esta doctrina, los que entran en el Purgatorio son justos que han muerto con ciertas imperfecciones que les impiden entrar en el cielo. Y por eso en palabras de San Pablo, estas almas o espíritus de los justos fueron llegados por Dios ya a su perfección (Heb 12:22–23).

• “Firmemente convencido de que, quién inició en ustedes la buena obra, la irá consumando hasta el Día de Cristo Jesús.” (Flp 1:6).

Comentario: En este texto, Dios inicia en nosotros la obra de la santificación, y posteriormente la va consumando día con día.

La santificación por tanto es un proceso lento y largo, no algo que se logra de la noche a la mañana como enseñan muchos hermanos separados que dicen que solo con aceptar a Cristo en tu corazón quedas completamente limpio y listo para ir al cielo.

• “Pero si caminamos en la luz, como él mismo está en la luz, estamos en comunión unos con otros, y la sangre de su Hijo Jesús nos purifica de todo pecado.” (1 Jn 1:7).

Comentario: Paradójicamente este texto lo utilizan los protestantes para negar el Purgatorio. Ellos solo se enfocan en esta frase: La sangre de su Hijo Jesús nos purifica de todo pecado. Pero se olvidan de la parte primera: “Pero si caminamos en la luz”.

Es decir que para que Cristo nos limpie de todo pecado: hay que caminar en la luz. Esto es precisamente la doctrina del Purgatorio, los que están en el proceso de la santificación están en la luz, o en la gracia divina, y por eso continúan siendo purificados por la sangre de Cristo.

• “Todo el que tiene esta esperanza en él se purifica, porque él es puro.” (1 Jn 3:3).

Comentario: El pasaje no puede ser más claro. ¿Tienes esperanza en Cristo? Si es así, entonces el Apóstol Juan nos llama a purificarnos. ¿Como vas a negar la claridad de este pasaje a favor del Purgatorio en la Biblia?

• “Llega enseguida a un arreglo con tu adversario mientras vas con él por el camino; no sea que tu adversario te entregue al juez y el juez al guardia, y te metan en la cárcel. Yo te aseguro: no saldrás de allí hasta que no hayas pagado el último centavo.” (Mat 5:25–26)

Comentario: Este pasaje se ha prestado para la controversia. Pero tiene un significado profundo como toda palabra de Dios y también puede aplicarse para la doctrina del Purgatorio.

Claro que en este pasaje no se habla de todo lo que significa la doctrina del Purgatorio, pero tenemos esta idea que las almas que murieron en santidad, pero con faltas menores están detenidas en el purgatorio “por un tiempo” determinado.

De tal manera que la “prisión” a la que alude el versículo es muy posible que sea el Purgatorio, mientras que el “centavo” representaría los pecados más pequeños que una persona comete.

Otras citas bíblicas sobre el Purgatorio:

• “Yahvé dijo a Moisés: «Ve al pueblo y que se purifiquen hoy y mañana; que laven sus vestidos y estén preparados para el tercer día; porque el tercer día descenderá Yahvé sobre el monte Sinaí a la vista de todo el pueblo.” (Éx 19:10–11).
• “Haz una pila de bronce, con su base de bronce, para las abluciones. Colócala entre la Tienda del Encuentro y el altar, y echa agua en ella, para que Aarón y sus hijos se laven las manos y los pies con su agua. Antes de entrar en la Tienda del Encuentro (Éx 30:18–20).
• “Ustedes, pues, sean perfectos como es perfecto su Padre celestial.” (Mat 5:48).
• “Por cuanto nos ha elegido en él antes de la fundación del mundo, para ser santos e inmaculados en su presencia.” (Efe 1:4). (Cf. Heb. 12:14).

¿Quiénes van al purgatorio?

Al Purgatorio van los que están en el proceso de la perfección espiritual o santificación como ya dijimos. Por tanto, quienes van al purgatorio son los justos que aún están luchando con ciertas imperfecciones o malas inclinaciones.

Estas son las personas que están en el proceso de la santificación o purificación y por tanto si no han purgado sus faltas y pecados en esta vida, tendrán que pasar por el Purgatorio en la otra vida.

En consecuencia, El propósito del purgatorio es permitir la purificación de las almas que han muerto en estado de gracia a traves del sufrimiento.

La Biblia informa que la santificación implica sufrimiento (Rom. 5:3–5). Los siguientes pasajes hablan sobre la dimensión purificadora del sufrimiento.

• “Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el viñador. Todo sarmiento que en mí no da fruto, lo corta, y todo el que da fruto lo limpia, para que dé más fruto.” (Jn 15:1–2)

• “Pues a quien ama el Señor, lo corrige; y azota a todos los hijos que reconoce… Sufren para corrección suya, para provecho nuestro, y para hacernos partícipes de su santidad.” (Heb 12.6–7,10).
• “Tras pequeñas correcciones, recibirán grandes beneficios, pues Dios los puso a prueba y los halló dignos de sí; los probó como oro en crisol. (Sab 3.5–6).
• “Aun cuando nuestro hombre exterior se va desmoronando, el hombre interior se va renovando de día en día. En efecto, la leve tribulación de un momento nos procura, sobre toda medida, un pesado caudal de gloria eterna.” (2 Co 4.16–17).
• “Aunque sea preciso que todavía por algún tiempo sean afligidos con diversas pruebas, a fin de que la calidad probada de su fe, más preciosa que el oro perecedero que es probado por el fuego, se convierta en motivo de alabanza, de gloria. (1 Ped 1.6–7).
• “Acérquense a Dios y él se acercará a ustedes. Limpien, pecadores, las manos; purifiquen los corazones, hombres irresolutos. Lamenten su miseria, entristézcanse y lloren. Que su risa se cambie en llanto y su alegría en tristeza. Humíllense ante el Señor y él los ensalzará.” (Stg 4.7–10).
• “Yo a los que amo, los reprendo y corrijo (Apo 3.19).

Es crucial entender los efectos del pecado para entender el Purgatorio. Todo pecado lleva consigo dos cosas: culpa y pena.

• La culpa es la ofensa hecha a Dios;
• Pena es el castigo que dicha ofensa merece.

Ilustremos esto con dos ejemplos bíblicos.

• “Dijo Yahvé a Moisés y Aarón: “Por no haber confiado en mí y reconocido mi santidad ante los israelitas, (culpa) les aseguro que no guiarán a esta asamblea hasta la tierra que les he dado” (castigo ó pena temporal) (Núm 20.12).

• “David dijo a Natán: «He pecado contra Yahvé.» (culpa) Respondió Natán a David: «También Yahvé ha perdonado tu pecado; no morirás. Pero por haber ultrajado a Yahvé con ese hecho, el hijo que te ha nacido morirá sin remedio.» (castigo ó pena temporal) (2 Sm 12.13–15).

En el primer pasaje Dios perdonó la incredulidad de Moisés y de Aarón pero en castigo los mantuvo lejos de la tierra prometida.

En el segundo caso, Dios perdono el pecado de David, pero en castigo, la vida del niño fue confiscada.

En ambos casos vemos que, aunque Dios perdona el pecado cometido, pero es preciso pagar o expiar el efecto temporal del pecado.

Pero este castigo es un castigo temporal no es un castigo eterno como el Infierno.

Ya sé lo que pudieras estar pensando en este momento. ¿Pero acaso Cristo no pagó por todos mis pecados? Si, pero no te me adelantes, vamos por partes. Recuerda que estamos armando el rompecabezas del Purgatorio.

Unas personas que no lleva sus manos limpias cuando se presenta ante el Señor, no podrá entrar en el cielo.

C.S Lewis un teólogo anglicano, quien fue considerado como uno de los más grandes escritores cristianos influyentes del siglo XX, aunque no era católico escribió lo siguiente sobre el Purgatorio y que concuerda con lo que he dicho más arriba.

“Nuestras almas demandan el Purgatorio”, “¿No se rompería nuestro corazón si Dios nos dijera: “Es cierto hijo mío, tienes mal aliento y tus harapos están cubiertos de fango y cieno, pero aquí somos caritativos y nadie te reprenderá por ello. Entra en la alegría de tu Señor”? ¿No responderemos con sumisión: “Señor… si no hay inconveniente, primero preferiría que me limpiaras” “Esto puede doler ¿sabes?” “Aun así, Señor.” — C.S Lewis

El Purgatorio Existe

Muchas personas especialmente protestantes, dicen que quien invento el Purgatorio fue la Iglesia Católica con el fin de lucrar con la ignorancia de sus miembros.

Este perjuicio está muy difundido en la actualidad, y no les permite a muchas personas analizar los pasajes bíblicos que muestran donde está el Purgatorio en la Biblia.

La Biblia enseña que, aunque alguien acepta seguir a Jesús, puede permanecer en el alma un apego malsano, un vicio que superar, un mal deseo que se debe ordenar, una ofensa a Dios que se debe expiar, etc.

No hace falta ir muy lejos, Pedro, uno de los 12 Apóstoles de Jesús tenía muchos defectos que le causaron muchos problemas, aun después de caminar a lado de Jesús. ¿Recuerdas cuando lo cortó la oreja a un soldado?

“Aquel siervo que conociendo la voluntad de su señor no ha preparado nada ni ha obrado conforme a su voluntad, recibirá muchos azotes; el que no la conoce y hace cosas que merecen azotes, recibirá pocos; a quien se le dio mucho, se le reclamará mucho; y a quien se confió mucho, se le pedirá más.” (Lucas 12.47–48).

Este es el proceso de santificación de cada cristiano, necesario para entrar al cielo sin la cual nadie podrá ver al Señor (Hebreos 12.14).

Míralo de la siguiente manera: José y Max nacieron el mismo día y ambos murieron el mismo día. Jose fue un borracho, mujeriego, deshonesto, perezoso y poco confiable.

Max por otro lado, pasó su vida haciendo el bien; obedeciendo los Mandamientos, practicando la virtud y amando a Dios y al prójimo.

Justo antes de morir, José se arrepiente de sus viejas costumbres y acepta al Señor en su corazón. ¿Deberían José y Max ir al cielo al mismo tiempo y recibir el mismo premio? El sentido común dicta que no, la Biblia también. (Fuente)

La justicia divina exige que el bien sea recompensado según su medida y el mal castigado también según su justa medida, en esta vida o en la próxima.

Supongamos que alguien roba bienes en un supermercado por valor de $100 dólares. Esa persona eventualmente se arrepiente regresa al dueño de la tienda y le pide perdón. El dueño perdona a esa persona. Todo está bien ¿verdad?

¡No! porque el dueño de la tienda todavía tiene $100 dólares de pérdida.

Si bien ha perdonado al ladrón, no ha sido saldada la deuda. Es justo que el ladronzuelo le regrese un reembolso de al menos $100 dólares por lo que se robó en dinero o realizando alguna otra obra.

Seguidamente, si el ladrón se arrepintió de su robo, pero no saldó su deuda con el dueño de la tienda y murió, tendrá necesidad de saldar esa deuda en la otra vida de alguna u otra forma ¿por qué? Porque la justicia de Dios así lo demanda.

The Lexham Bible Dictionary, es un diccionario editado por más de 700 eruditos protestantes. En él se hace la siguiente observación sobre el pasaje de (Lucas 16: 19–31).

“Esta parábola podría apoyar la idea de un [segundo] compartimento en el Hades (tenga en cuenta el gran abismo entre los atormentados y los que son consolados, Lucas 16:26). Además, refleja la noción de recompensa y castigo después de la muerte.” [/mfn]https://www.biblestudytools.com/leb/[/mfn].

El purgatorio es Biblico

Una de las objeciones protestantes más recurrentes contra el Purgatorio es esta:

“La sangre de Cristo anula el Purgatorio. Cristo pagó todo pecado en la Cruz, por tanto, no hay necesidad de purificar nada. El que acepta a Cristo en su corazón queda limpio de todo pecado para siempre”.

Muchos hermanos separados creen que una vez que aceptas a Cristo en tu corazón quedas completamente purificado. Pero esto es totalmente falso.

Este error surge porque se cree que el Purgatorio es un sistema de purificación totalmente independiente de la sangre de Cristo. También porque se cree que la salvación se logra solo por medio de la fe.

El problema no es saber que Cristo pagó por nuestros pecados, sino como nos adueñamos de los tesoros de la Redención, o cómo es que se aplica la sangre De Cristo a cada creyente.

Los católicos sostenemos que no basta creer o aceptar que Cristo nos salvó, y que la salvación se puede perder si cometemos un pecado mortal.

“Es completamente correcto decir que Cristo logró toda nuestra salvación para nosotros en la cruz. Pero eso no resuelve la cuestión de cómo se aplica esta redención a nosotros.” ²Guía esencial de supervivencia católica, Página 268

La justificación es el paso del pecado a la vida de la gracia, la santificación es el proceso de la gracia renovando y transformando nuestro interior.

El Purgatorio tiene que ver con lo segundo, es decir, con el proceso de santificación.

Para los protestantes, la justificación viene solo por la fe (sola fe). Para los católicos, la justificación se da por la fe y en el Bautismo (1 Corintios 6.11) pero se puede perder.

¿Cuánto dura el purgatorio?

No existe un tiempo específico de duración del Purgatorio, porque cada persona tiene en su alma vicios distintos unos más arraigados que otros. Por eso el Purgatorio dura mientras no se purifiquen las manchas del pecado y sus efectos.

La advertencia de Jesús en (Mt 5:25-26) de que no saldremos de la cárcel del purgatorio hasta que hayamos pagado el último céntimo significa que estamos detenidos durante un tiempo.

Por supuesto, como ya se ha dicho: la deuda de una persona puede ser mayor o menor que la de otra. Esto significa que el “tiempo” para satisfacer la deuda del pecado será más largo para unos que para otros.

La santidad de Dios es tan grande que aquellos que mueren con algunas imperfecciones distintas tiene que ser purificados por el fuego divino por castigos distintos.

Dios es un fuego consumidor de justicia para todos los que rehúsan escucharle, y de amor que purifica para los suyos, “pues todos han de ser salados con fuego”. (Mar 9:49).

“Pues nuestro Dios es fuego devorador.” (Heb 12:29).

En varios pasajes de la Escritura se describe a Dios como un fuego (Éx 19:18; Dan 7:9–10).

“Y al que diga una palabra contra el Hijo del hombre, se le perdonará; pero al que la diga contra el Espíritu Santo, no se le perdonará ni en este mundo ni en el otro.” (Mat 12.32).

Esta declaración de nuestro Señor implica que hay al menos algunos pecados que pueden ser perdonados en la próxima vida.

El Purgatorio y las indulgencias

En el contexto del Purgatorio, las indulgencias se pueden entender como una forma de ayudar a las almas que se encuentran allí a expiar sus pecados y acelerar su proceso de purificación.

Según la teología católica, las indulgencias pueden ser ofrecidas por los vivos a las almas del Purgatorio, y pueden incluir oraciones, limosnas, ayunos, peregrinaciones y otras prácticas devotas.

Algunas indulgencias también pueden ser concedidas a las personas vivas como una forma de promover la penitencia y la conversión.

Nuestros méritos pueden ser aplicados a otros para su propia santificación. “Ahora me alegro por los padecimientos que soporto por ustedes, y completo lo que falta a las tribulaciones de Cristo en mi carne, en favor de su cuerpo, que es la Iglesia”. (Col 1.24).

• “Porque toda obra será juzgada por Dios, también todo lo oculto, a ver si es bueno o malo.” (Ecle 12.14).

Un sufragio es sinónimo de ayuda, favor, socorro, etc. Cuando San Pablo dice que se alegra por las tribulaciones que soportaba en su carne estaba revelando que un miembro dentro del cuerpo de Cristo es capaz de “completar” lo que pudiera faltar dentro de ese mismo cuerpo según el orden temporal.

Aquí tendríamos otra prueba más sobre el purgatorio en la Biblia y cómo nuestras oraciones y sufragios tienen un efecto expiatorio en pro de alguien dentro del cuerpo como lo narra San Pablo en otro lugar: “Si uno sufre, todos sufren con el… (1 Cor 12:26).

Conclusión.

Otras pruebas bíblicas se podrían considerar, pero creo que estas son suficientes para mostrar con claridad la evidencia bíblica a favor del Purgatorio.

¿Convencerá todo esto a los protestantes? Con seguridad no, pero quizás les motive a echar otra mirada a la doctrina del Purgatorio.