20 Pruebas De La Existencia de Satanás En la Biblia.

la existencia de satanás en la biblia

La existencia de Satanás en la Biblia está muy bien establecida. Sin embargo, nuestra sociedad ha sido influenciada por muchos grupos religiosos que enseñan doctrinas muy distorsionadas sobre la vida después de la muerte.

Entre ellos figuran los mormones, los Testigos de Jehová quienes creen que el diablo vive en una región invisible pero no en el Infierno y otros que creen en la inmortalidad condicional del alma.

Ya no es sorpresa escuchar expresiones como estas: “¿En serio, como puedes creen en el demonio en el siglo XXI? Qué creencia tan tonta, el Infierno ni el diablo existe, es solo un invento de los curas para mantener a las personas en el miedo, y para que no se alejen de la Iglesia.”

En una encuesta telefónica nacional del New York Times de 1.007 personas seleccionadas al azar, se les preguntó si estaban de acuerdo con la idea de que Satanás en realidad “no es un ser vivo, sino un símbolo del mal.” 62% de los encuestados estuvo de acuerdo que Satanás no es un ser real, mientras que el 30% estuvo en desacuerdo; el 8% restante no dio ninguna opinión.

Satanás engaña a todos.

De Irekia - https://www.flickr.com/photos/irekia/32032773414/, CC BY 2.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=72806352

Hay incluso miembros en la Iglesia Católica que dicen que el diablo es un ser ficticio. Así lo afirmaba el superior general de la compañía de Jesús, el padre Arturo Sosa.

En una entrevista publicada este 21 de agosto del 2019 aseguró que “el diablo existe como una realidad simbólica” y “no como una realidad personal”. 1 https://www.aciprensa.com/noticias/superior-de-jesuitas-insiste-en-negar-la-existencia-del-diablo-96645

Dice el Catecismo: “…el mal no es una abstracción, sino que designa una persona, Satanás, el Maligno, el ángel que se opone a Dios.” (CIC n. 2851).

Aquel ser monstruoso y perverso y diabólico que en un tiempo inspiraba temor y respeto, hoy día ha sido relegado a un estado de carácter secundario, inofensivo o mitológico.

Si esto es preocupante, algunas personas han ido tan lejos a creer que el diablo es un ser bueno. Dice: “los que han engañado al mundo con la idea de que los demonios son seres malévolos pero ellos nos protegen”.

“Existen dos errores iguales y opuestos que comete nuestra raza respecto a los demonios. Uno es negar su existencia. El otro es creer y sentir un interés excesivo y poco saludable en ellos. Los demonios están igual de complacidos con ambos errores”.

C. S. Lewis. Cartas del Diablo a su Sobrino. Londres: Harper Collins, 1992. p. 9.

Encima de esto vivimos en una sociedad en que las personas todo quieren pasar por el microscopio o telescopio antes de creerlo: “si no lo veo no lo creo”.

El demonio no se preocupa ya por estas personas, porque sabe que por decisión y gusto propio van camino al Infierno.

Lo cierto es que los demonios no son tontos ni ateos; podrán llevar a las personas a creer tontería y media para luego llevarlos al Infierno, pero ellos nunca dejarán de creer en Dios. “¿Tú crees que hay un solo Dios? Haces bien. También los demonios creen y tiemblan.” (Santiago 2.19).

Satanás asigna un demonio a cada persona.

Dicen que así como Dios asigna un ángel de la guarda a cada uno de nosotros, Satanás ha asignado un espíritu maligno a cada persona que lo acompaña y lo vigila a cada instante de su vida, cuya tarea principal es llevar a esa persona al Infierno.

San Pedro en una de sus cartas advierte: “Sean sobrios y velen. Su adversario, el diablo, ronda como león rugiente, buscando a quién devorar.” (1 Pedro 5.8).

La figura del León es muy apropiada para el diablo, porque el diablo es como una bestia despiadada que nos vigila agazapado entre la espesura esperando el mejor momento para atraparnos y devorarnos.

Por fortuna Dios dispone para nosotros muchas armas para poder combatir a los demonios: Entre ellos esta el Santo Rosario.

San Pablo aconseja: “Revístanse de las armas de Dios para poder resistir a las acechanzas del diablo.” (Efésios 6.11). Pero es necesario estar totalmente armado; no será suficiente con una o dos armas.

La existencia de satanás en la Biblia.

La información más completa sobre la existencia de los demonios la obtenemos del Nuevo Testamento.

Allí se nos dice que el diablo es un espíritu (Efesios 2:2). Se le dan títulos como: el maligno (Mateo 5:37), dragón (Apocalipsis 12:3), serpiente 2 Cor 11:3), tentador (Mateo 4:3), Belial (2 Cor 6:15), gobernante o príncipe de esta época (Juan 12:31; Efe 2:2), “el que ciega las mentes de los no creyentes” (2 Cor 4:4).

La Iglesia siempre ha enseñado que Satanás no es un mito, un ser imaginario e irreal. En consecuencia, nadie puede llamarse cristiano-católico y a la misma vez negar la doctrina del Infierno o la existencia del demonio.

La Caída De Satanás en la Biblia.

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Los siguientes tres textos han sido interpretados desde antaño como una alusión al pecado y la caída de Satanás.

“¡Cómo has caído de los cielos, Lucero, hijo de la Aurora! ¡Has sido abatido a tierra, dominador de naciones! ¡Ya!: al Seol has sido precipitado, a lo más hondo del pozo.” (Isaías 14.12–15).

“Querubín protector de alas desplegadas te había hecho yo, estabas en el monte santo de Dios… fuiste perfecto en tu conducta desde el día de tu creación, hasta el día en que se halló en ti iniquidad. Eres un objeto de espanto, y has desaparecido para siempre.” (Ezequiel 28:13–19)

“Y fue arrojado el gran Dragón, la Serpiente antigua, el llamado diablo y Satanás, el seductor del mundo entero; fue arrojado a la tierra y sus ángeles fueron arrojados con él.” (Apocalipsis 12.9).

Satanás al ser expulsado para siempre del cielo, tomo venganza contra los elegidos de Dios, especialmente contra la Virgen María.

Algunos teólogos dicen que así como el diablo fue una estrella que cayó, María la Madre de Dios fue una estrella que subió para ocupar el lugar del diablo.

“Cuando el Dragón vio que había sido arrojado a la tierra, persiguió a la Mujer que había dado a luz al Hijo varón. Entonces enfurecido contra la Mujer, se fue a hacer la guerra al resto de sus hijos, los que guardan los mandamientos de Dios y mantienen el testimonio de Jesús.” (Apocalipsis 12:13–17)

La guerra espiritual con el diablo

Por eso necesitamos estar preparados, “no bajar la guardia”, pues tenemos al enemigo más astuto que incansable nos persigue noche y día para a ver si logra alejarnos del camino de la gracia y así perdernos para siempre.

Hay millones de personas que ignoran cuales son las estrategias del diablo para vencernos. Por eso, uno de las fallas más grandes en las que todos podemos caer, es subestimar la influencia y el poder del diablo, peor aún negar su existencia.

Es un hecho que peleamos con seres muy poderosos, que emplean tácticas de guerra muy efectivas en su mayoría desconocidas por nosotros.

A pesar de que no podemos ver físicamente al atacante, podemos ver sus efectos en nuestra vida y en nuestras sociedad.

En cualquier combate, si uno no conoce cuales son las tácticas del adversario para hostigar, destruir, el enemigo tiene la ventaja, esto lo sabe cualquier buen estratega militar. La clave para salir victoriosos de la actividad demoníaca es primero reconocer dicha actividad.

Otro detalle muy importante es que muchas personas no saben cómo deshacerse de objetos malditos que han sido quizás utilizados en ritos satánicos, y por lo mismo edite este manual para deshacerse de objetos embrujados o diabólicos que puedes descargar Aquí.

Las tentaciones del diablo.

El demonio se vale de las cosas materiales, de la moda, del placer, para tentar al hombre y alejarlo de Dios. “Lo que fue sembrado entre los espinos, es el que oye la palabra, pero las preocupaciones del mundo y la seducción de las riquezas ahogan la palabra, y queda sin fruto”. (Mateo 13.22).

¿Recuerdas todos los comerciales de la televisión y esos enormes carteles publicitarios que ves seguido por la carretera? Todos tienen como propósito seducirte para que desees aquellas cosas materiales que este mundo nos ofrece.

Superficialmente el lujo, poder, honor, riqueza y placer, no tienen nada de malo, pero en el fondo nos pueden alejar de Dios al hacer una especie de ídolo de cada uno de ellos.

A estas alturas alguien preguntará: ¿Entonces ser discípulo de Jesús implica no disfrutar de las cosa del mundo? ¡Por supuesto que no! Sino más bien darle a cada cosa su propio lugar. Y ese es uno del los retos de nuestro mundo materializado, que no sabemos valorar las cosas materiales, nuestro tiempo y dinero.

El diablo también opera en estas grandes compañías que saben muy bien como sacar el dinero de nuestros bolsillos. El diablo despliega ante nuestros ojos todo un desfile de estilos de vida desordenados y desenfrenados.

Conclusión.

Por tanto satanás es un ser real, y la Biblia habla claramente de la existencia del diablo, de cómo nos engaña y nos tienta a cada instante.

Los demonios aunque se odian entre ellos mismos, están unidos en el mismo propósito de perder eternamente a los hombres. Jesús enseñaba esto en una ocasión que los Fariseos le acusaron de expulsar a los demonios con el poder de Satanás.

“Si un reino está dividido contra sí mismo, ese reino no puede subsistir. Si una casa está dividida contra sí misma, esa casa no podrá subsistir. Y si Satanás se ha alzado contra sí mismo y está dividido, no puede subsistir, pues ha llegado su fin.” (Marcos 3.22–26).

El demonio siempre buscara poner al hombre en contra del hombre. El diablo quiere ver la amistad destruida, quiere transformar a los amigos en enemigos.

La estrategia del diablo para lograr esto es: “divide y conquistaras”. San Pablo nos recuerda que nuestra lucha no es contra carne ni sangre (Efesios 6.11–12) es decir: entre nosotros mismos.

Todo empieza por dividir interiormente al hombre mismo. El medio para dividir al hombre interiormente es el pecado, para ponerlo en división con Dios, y con sus hermanos.

Entre más hombres divididos consigo mismo, habrá una sociedad más dividida y por tanto un mundo más fragmentado.

Este ha sido el golpe maestro de Satanás de todos los tiempos: engañar a las personas a negar su existencia. Sin duda que esta ha sido una de las estrategias más efectivas de Satanás: mantener a las personas en la ignorancia de su existencia, esto gracias a que se hace pasar por sus narices totalmente desapercibido.

No esperes pues ver el diablo todo cornudo y con tamaño rabo, espera encontrarlo el las cosas comunes y sencillas, donde menos lo esperas. En algún mal deseo o pensamiento, en alguna omisión, en alguna falta leve. Recuerda el dicho: “El diablo está en los detalles”.

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