¿Existen Los Fantasmas? Las Casas Embrujadas

¿Tú crees que existen los fantasmas y que hay casas embrujadas? ¿Qué dice la Biblia sobre los fantasmas y las apariciones?

Antes que nada, hay que notar que la cultura moderna ha distorsionado nuestro entendimiento sobre la vida después de la muerte, sobre los ángeles, los demonios y fantasmas.

Muchos “supuestos expertos” modernos salen en programas de televisión de Univisión o Telemundo para hablar sobre los muertos, los ovnis, ángeles, las almas en pena, la reencarnación y los fantasmas.

Qué es un fantasma

De acuerdo con el diccionario de la Lengua Española.

fantasma n. m. 1 Figura irreal, imaginaria o fantástica y normalmente incorpórea, que alguien cree ver; especialmente, imagen de una persona fallecida que se aparece a alguien: se ha matado en accidente y dicen que su fantasma se aparece en la autopista. SIN aparecido, espectro.

Siguiendo esta definición, un fantasma es ver una imagen de una persona fallecida. Esta imagen puede ser real o imaginaria.

Desde el punto de vista cristiano, existen dos posibilidades en la existencia de los fantasmas (teniendo en cuenta que la existencia de los ovnis no ha sido aun 100% probada).

1. El alma de un difunto,
2. Un demonio apareciendo en forma humana.

Los fantasmas en la Biblia

Uno de los textos más debatidos entre los que creemos en la existencia del alma inmortal y los que la niegan es la aparición fantasmagórica de Saúl en 1 Samuel 28:13–19.

“La mujer respondió a Saúl: «Veo un espectro que sube de la tierra.» Saúl le preguntó: «¿Qué aspecto tiene?» Ella respondió: «Es un hombre anciano que sube envuelto en su manto.» Comprendió Saúl que era Samuel y cayendo rostro en tierra se postró. Samuel dijo a Saúl: «¿Por qué me perturbas evocándome? Dijo Samuel: «¿Para qué me consultas si Yahvé se ha separado de ti y se ha convertido en tu enemigo? Yahvé ha cumplido lo que dijo por mi boca. Mañana tú y tus hijos estarán conmigo. Yahvé ha entregado también el ejército de Israel en manos de los filisteos.»” (1 Sam 28:13–19)

Los que niegan la inmortalidad del alma dicen que era un demonio, pero hay varios indicios que apuntan que en realidad era el alma de Saúl como menciono en el artículo sobre la inmortalidad del alma en la Biblia.

Otro texto sobre la existencia de los fantasmas o la creencia en los fantasmas en la Biblia es el siguientes:

“Los discípulos, viéndole caminar sobre el mar, se turbaron y decían: «Es un fantasma», y de miedo se pusieron a gritar.” (Mateo 14:26)

“Pero él les dijo: «¿Por qué se turban? ¿Por qué se suscitan dudas en su corazón? Miren mis manos y mis pies; soy yo mismo. Pálpenme y vean, porque un espíritu no tiene carne y huesos como ven que yo tengo.»” (Lucas 24:38–39, BJL)

Estos pasajes muestran que la creencia en los fantasmas o espíritus desencarnados era algo común en los tiempos de nuestro Señor.

Las almas en pena

La Iglesia no tiene una doctrina definitiva sobre si las almas de los difuntos pueden andar por el mundo en pena “con el fin de purgar algún pecado”.

Lo que sí enseña es que el alma al morir o va al Cielo, al Infierno o al Purgatorio inmediatamente después de pasar por el juicio personal (CIC. 1022).

Pero los demonios no descansan, y aprovechan cada oportunidad para confundir a las personas y así alejarlas de Dios apareciéndose como un alma en pena.

Según el Padre Mike Driscol, los demonios pueden aprovechar el dolor de las personas por sus seres queridos ya fallecidos, haciéndoles creer falsamente a través de un médium o espiritistas que se comunican con ellos.

Los demonios pueden valerse de esos episodios falsos para sacudir la fe de la gente y alejarlos de la fe de la Iglesia y adoptar creencias erróneas de la Nueva Era o la Santa Muerte ¹ October-2019-CA-Spiritual-Warfare

Los demonios pueden incluso aparecer como nuestro ángel guardián, la virgen Maria. “Y nada tiene de extraño: que el mismo Satanás se disfraza de ángel de luz.” (2 Cor 11.14).

Muchas sectas han surgido precisamente porque el líder tuvo una visión de Jesús o de un ángel quien le dio instrucciones para que fundara una nueva religión. Tal fue el caso de Joseph Smith, fundador del mormonismo.

El islamismo se originó de forma similar. Según los musulmanes, el libro sagrado del islam el Corán, fue dictado por Alá a Mahoma a través de Yibril (el arcángel Gabriel).

La Escritura nos advierte de no creerle a personas que dicen que un ángel se les apareció con un mensaje del cielo para iniciar una nueva iglesia o religión (Galatas 1.8).

¿Podemos invocar a los muertos?

La Iglesia admite que en ciertas circunstancias Dios puede permitir que un santo o un alma del purgatorio nos visite.

Pero por lo general, estas visitas son raras; el propósito principal es guiar, advertir o solicitar algún favor como orar por ellos, pero no para asustarnos, confundir, revelar cosas del futuro, causar ruidos, luces extrañas etc. Cuando esto sucede se debe sospechar que se trate de algo bueno.

Sin embargo, nunca se debe tratar de entablar comunicación con los muertos de manera privada o por medio de la Güija, un médium, mentalista o espiritista. Por el contrario, estamos llamados a luchar contra las fuerzas del mal.

El Papa Francisco en su visita a México, en su homilía el día 14 de febrero de 2016 en Ecatepec México, advertía al pueblo de México a no entablar un diálogo con el demonio, y dejarse arrastrar por la tentación de querer tener fama, dinero y poder.

“Hermanas y hermanos, metámoslo en la cabeza, con el demonio no se dialoga, no se puede dialogar porque nos va a ganar siempre. Solamente la fuerza de la palabra de Dios lo puede derrotar.”

Dios ciertamente puede revelar el porvenir a sus profetas o a otros santos. Sin embargo, la actitud cristiana justa consiste en entregarse con confianza en las manos de la providencia en lo que se refiere al futuro y en abandonar toda curiosidad malsana al respecto de la existencia de los fantasmas o las almas en pena.

En conclusión.

Los fantasmas no existen como lo enseña hoy en día la cultura Pop, los fantasmas si existen en el sentido que los demonios pueden adoptar figuras humanas para engañarnos y perturbarnos.

Segundo, Dios puede permitir que un alma del Purgatorio nos visite en forma fantasmagórica no para asustarnos sino para solicitar nuestra ayuda, tal como ha sido comprobada por evidencia física en el museo de las almas del Purgatorio.