Una persona me comentaba que no necesitamos ir a La Iglesia para adorar a Dios, “porque Dios está en todas partes”.
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Razonamiento: Pablo dice que el templo está en nosotros, “Glorifiquen, por tanto, a Dios en su cuerpo” (1 Corintios 6:19) nosotros somos la iglesia como tal, no se necesitan cuatro paredes para orar, adorar o alabar a Dios”
La afirmación de que el templo de Dios está en nosotros es cierta, pero esto no significa que no se necesiten lugares de culto.
Unos versos antes dicen San Pablo:
“Cuando alguno de ustedes tiene un pleito con otro, ¿se atreve a llevar la causa ante los injustos, y no ante los santos?” (1 Corintios 6:1)
Pablo aquí aconseja a la iglesia de Corinto a resolver los asuntos internamente en la Iglesia en lugar de apelar a autoridades ajenas a la iglesia. Por lo tanto, San Pablo no está enseñando que no se necesita lugares de culto o comunidades eclesiásticas.
Cuando Pablo dice: “Glorifiquen a Dios en su cuerpo.” (1 Corintios 6:20) se refiere a ser puros de cuerpo, es un reproche en contra de la impureza sexual, “dar culto a Dios mediante la castidad y la abstinencia de actos impuros”.
Nada dice de sobre la necesidad de dar o no dar culto a Dios en cuatro paredes o en un templo.
La palabra Iglesia [gr. ἐκκλησία ekklesía] implica un compuesto como una asamblea, concurrencia, congregación, no implica una sola persona “yo soy la iglesia” mi cuerpo es la Iglesia
Dondequiera que se use en la Biblia, se refiere a personas convocadas en una reunión en comunión (Hechos 19: 30-41), los hijos de Israel (Hechos 7:38) y el cuerpo de Cristo (Efesios 1:22; Efesios 5:25.32).
Una cosa es el culto privado al cual todos estamos llamados a practicar, y el culto público. Ambos cultos son necesarios en la vida del creyente, pero no se excluyen mutuamente.
Los cristianos no somos Hippies para rechazar la adoración a Dios en un lugar específico, por lo mismo se dijo: “mi casa será llamada casa de oración” (Mateo 21:12-16; Lucas 19:45-47; Juan 2:13-16)
Si no necesita de cuatro paredes porque entonces existía el Templo donde acudían Jesús y los apóstoles (Hechos 2:46) o la sinagoga donde enseñaba Jesús (Lucas 4:16. ¿Por qué la comunidad primitiva se reunía en las casas (Hechos 5:42)?
Razonamiento: Cuando Cristo murió se partió en dos el Templo y la Cortina (Mateo 27:51). Dios se mudó de ese lugar para no volver a morar en un templo hecho por manos humanas (Hechos 17:24). Eso significó que los cristianos no necesitan un templo para adorar a Dios.
Es importante destacar que la presencia de Dios en un lugar específico no implica que Dios no esté presente de forma más real en otros lugares como en un templo.
En la Sagrada Escritura, Dios se manifiesta en distintas formas y lugares, como la zarza ardiente (Éxodo 3:2-6), el monte Sinaí (Éxodo 19:18), la nube y la columna de fuego (Éxodo 13:21), el Arca de la Alianza (2 Samuel 6:2), entre otros.
La presencia de Dios de una forma especial en cada uno de estos lugares sagrados nos enseña que Dios se manifiesta de forma más evidente en ciertos lugares que en otros, como su presencia en el Arca (2 Samuel 6:2) y en el Templo de Jerusalen (2 Crónicas 5:14).
El escritor de la carta a los Hebreos insta a los creyentes a reunirse a adorar. Note el lenguaje plural a lo largo de este pasaje:
“Acerquémonos con sincero corazón, en plenitud de fe, purificados los corazones de conciencia mala y lavado el cuerpo con agua pura. Mantengamos firme la confesión de la esperanza, pues fiel es el autor de la Promesa. Fijémonos los unos en los otros para estímulo de la caridad y las buenas obras, sin abandonar nuestras asambleas, como algunos acostumbran hacerlo, antes bien, animándose; tanto más, cuanto que ven que se acerca ya el Día.” (Hebreos 10:19–25,)
Razonamiento: Dios no habita en templos hechos con materiales y esfuerzo humano (Hch 7:48; Hch 17:24)
El énfasis en estos pasajes es que Dios no estaba limitado a un edificio, “no puede ser contenido en un solo lugar” pero nada dice que solo se debe de adorar a Dios de forma personal, o que no se deben los cristianos congregar en un templo.
Todos sabemos que la gloria y el poder de Dios no está limitados a un solo lugar, “en un edificio”, en otras palabras: Dios no está limitado por los confines físicos de un templo, pero eso no quiere decir que no se debe adorar a Dios en un edifico o Templo.
Razonamiento: Aparte en ningún parte dice que él estuvo predicando solo en el templo o si, al igual que los apóstoles.
Respuesta: Como tampoco la adoración a Dios al aire libre o la predicación fue la única practicada por Jesús y sus Apóstoles.
¿Por qué necesitamos ir a La Iglesia?
La creencia que uno no necesita ir a la Iglesia para estar bien con Dios no es una teoría nueva como hemos visto en el caso de la Iglesia primitiva, para el año 100 después de Cristo aún se refleja este problema. San Ignacio escribía:
“Que nadie se engañe. Si alguno no está dentro del límite del altar, carece de pan [de Dios]. Porque si la oración de uno y otro tiene una fuerza tan grande, ¡cuánto más la del obispo y la de toda la Iglesia! Por lo tanto, todo el que no acude a la congregación, con ello muestra su orgullo y se ha separado él mismo; porque está escrito: Dios resiste a los soberbios. Por tanto, tengamos cuidado en no resistir al obispo, para que con nuestra sumisión podamos entregarnos nosotros mismos a Dios”. (Carta a los Efesios, 5)
Razones para ir a la Iglesia
Hay varias razones para ir a la Iglesia
- Debemos reunirnos para celebrar la Eucaristía en comunión.
“Tomó luego pan, dio gracias, lo partió y se lo dio diciendo: «Este es mi cuerpo que se entrega por ustedes; hagan esto en recuerdo mío.” (Lucas 22:19–20)
- Debemos reunirnos por si tenemos preguntas con respecto a la fe y educarnos a fin de que aumente nuestro entendimiento.
“La palabra de Cristo habité en ustedes con toda su riqueza; instrúyanse y amonéstense con toda sabiduría, cantando a Dios, de corazón y agradecidos, salmos, himnos y cánticos inspirados.” (Colosenses 3:16)
- Debemos reunirnos para estímulo mutuo para que la fe del fuerte fortalezca la fe de los débiles.
“Pero tengan cuidado que esa su libertad no sirva de tropiezo a los débiles. En efecto, si alguien te ve a ti, que tienes conocimiento, sentado a la mesa en un templo de ídolos, ¿no se creerá autorizado por su conciencia, que es débil, a comer de lo sacrificado a los ídolos?” (1 Corintios 8:9–10)
“¿Qué concluir, hermanos? Cuando se reúnen, cada cual puede tener un salmo, una instrucción, una revelación, un discurso en lenguas, una interpretación; pero que todo sea para edificación.” (1 Corintios 14:26)
- Debemos reunirnos porque el culto a Dios y la oración en comunidad es de beneficio para cada cristiano.
“Hermanos, el anhelo de mi corazón y mi oración a Dios en favor de ellos es para que se salven.” (Rom 10.1)
“Les suplico, hermanos, que luchen juntamente conmigo en sus oraciones rogando a Dios.” (Rom 15.30)
“Pues yo sé que esto servirá para mi salvación gracias a sus oraciones.” (Fil 1.19)
“Y no puede el ojo decir a la mano: ¡No te necesito! Ni la cabeza a los pies: ¡No los necesito!” (1 Cor 12.21).
“Por lo demás, el Señor agregaba al grupo a los que cada día se iban salvando.” (Hech 2.47).
- Debemos reunirnos para soportarnos y ayudarnos mutuamente en todas nuestras necesidades.
“Si sufre un miembro, todos los demás sufren con él.” (1 Cor 12.26).
“Siendo muchos, no formamos más que un solo cuerpo en Cristo, siendo los unos para los otros.” Rom 12.5.
“Fijémonos los unos en los otros para estímulo de la caridad y las buenas obras, sin abandonar nuestras asambleas, como algunos acostumbran hacerlo, antes bien animándose; tanto más, cuanto que ven que se acerca ya el Día.” (Hebreos 10:24–25)
- Debemos reunirnos porque este es el modelo de culto a Dios en comunidad que enseña la Escritura.
“¡Aleluya! Alaben a Dios en su santuario, alábenlo en su poderoso firmamento, alábenlo por sus grandes hazañas, alábenlo por su inmensa grandeza.” (Salmo 150:1–6)
“Acudían diariamente al Templo con perseverancia y con un mismo espíritu, partían el pan en las casas y tomaban el alimento con alegría y sencillez de corazón,” (Hechos 2:44–46,)
“El primer día de la semana, estando nosotros reunidos para la fracción del pan, Pablo, que debía marchar al día siguiente, disertaba ante ellos y alargó la charla hasta la medianoche.” (Hechos 20:7)
“a él la gloria en la Iglesia y en Cristo Jesús por todas las generaciones y todos los tiempos. Amén.” (Efesios 3:21, BJL)
“Reciten entre ustedes salmos, himnos y cánticos inspirados; canten y salmodien en su corazón al Señor, dando gracias siempre y por todo a Dios Padre, en nombre de nuestro Señor Jesucristo.” (Efesios 5:19–20)
“Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.»” (Mateo 18:20)
“Así pues, ya no son extraños ni forasteros, sino conciudadanos de los santos y familiares de Dios, edificados sobre el cimiento de los apóstoles y profetas, siendo la piedra angular Cristo mismo, en quien toda edificación bien trabada se eleva hasta formar un templo santo en el Señor, en quien también ustedes con ellos están siendo edificados, para ser morada de Dios en el Espíritu.” (Efesios 2:19–22)
Los cristianos son llamados el “rebaño de Cristo (Lucas 12:32; Juan 10:16; Hechos 20:28; 1 Ped. 5: 2-3)
El templo es el lugar de oración
El lugar físico de la iglesia, o sea, el templo, es importante para la comunidad, ya que proporciona un lugar sagrado, adecuado y seguro para el encuentro con Dios.
El Catecismo de la Iglesia Católica nos enseña que el templo es el lugar privilegiado donde los cristianos se reúnen para orar juntos (CCC 1181)
15 razones para ir a la iglesia
De todo lo dicho con anterioridad, te presento 15 razones para ir a la iglesia.
- Aprender más sobre la fe: La iglesia es un lugar apropiado donde se puede aprender sobre la religión y la fe gracias a que por lo regular, el pastor se prepara lo suficiente para este propósito.
- Conectar con otros creyentes: La iglesia es una comunidad donde puedes conectarte con otros creyentes y formar amistades duraderas.
- Encontrar apoyo emocional: La iglesia puede ofrecer un lugar de apoyo y consuelo en momentos difíciles. De hecho, generalmente las comunidades eclesiásticas cuentan con programas, personas y asesores calificados para ofrecer ayuda emocional y espiritual.
- Obtener orientación espiritual: La iglesia puede ayudar a guiarte en tu vida espiritual y responder a preguntas difíciles. Un guía espiritual en la Iglesia Católica es una persona que tiene la tarea de acompañar a otros en su camino de fe, brindándoles orientación y apoyo en su vida espiritual. En general, un guía espiritual es un sacerdote, pero también puede ser un diácono o un laico capacitado.
- Participar en actos de servicio: La iglesia puede ofrecer oportunidades para ayudar a otros y servir a la comunidad y encontrar sentido en nuestra vida. Está demostrado que el servicio a los demás nos motiva, alimenta la fe y nos hace sentir más conectados con Dios.
- Celebrar la vida: La iglesia puede ser un lugar para celebrar la vida y eventos importantes como bodas, bautizos y otros eventos sociales que tienen efectos positivos en nuestra salud psicológica.
- Encontrar un sentido de propósito: La iglesia puede ayudarte a encontrar un sentido de propósito y dirección en la vida. Muchas personas vagan sin rumbo en la vida, la comunidad eclesiástica puede ser un lugar apropiado para encontrar tu vocación en la vida.
- Conocer la historia de la religión: La iglesia es un lugar donde se puede aprender sobre la historia de la religión y sus tradiciones.
- Experimentar la música y el arte religioso: La iglesia puede ofrecer una oportunidad para experimentar la música y el arte religioso en una comunidad de creyentes que comparten un mismo sentir y una misma fe.
- Buscar la paz interior: La iglesia puede ofrecer un lugar de paz y tranquilidad en un mundo lleno de distracciones. Aunque es muy bueno rezar o hacer oración privada en nuestros hogares y en cualquier lugar, el templo como lugar sagrado facilita la meditacion y la oración, librándonos de las distracciones propias del hogar o la vida pública.
- Fortalecer la familia: La iglesia puede ser un lugar donde las familias pueden crecer juntas en su fe y en sus relaciones.
- Compartir con la comunidad: La iglesia puede ofrecer oportunidades para conectarse con la comunidad y trabajar juntos en proyectos comunitarios.
- Sentirse parte de algo más grande: La iglesia puede ayudar a sentirse parte de algo más grande que uno mismo y conectado a una comunidad más grande.
- Conocer personas de diferentes edades y antecedentes: La iglesia puede ser un lugar donde se puede conocer personas de diferentes edades y antecedentes.
- Crear memorias duraderas: La iglesia puede ser un lugar donde se pueden crear memorias duraderas en momentos importantes de la vida.
Conclusión.
Cuando los cristianos se abstienen de ir a la iglesia o adorar a Dios en probado en vez de darle culto en comunión se privan de todos los beneficios de la comunión “crezcamos en todo hasta aquel que es la cabeza, Cristo, de quien todo el cuerpo recibe trabazón y cohesión por la colaboración de los ligamentos, según la actividad propia de cada miembro, para el crecimiento y edificación en el amor.” (Efesios 4:15–16)
Aunque podemos orar en cualquier lugar y en cualquier momento, sin embargo, la oración comunitaria es fundamental en la vida del cristiano. Jesús nos enseñó a orar juntos y a compartir nuestra fe con otros (Mateo 18:20)